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martes, 12 de junio de 2007

El Seat Marbella Se Para Cuando Quiere

El Marbella está hecho un cabroncete. Se para cuando le sale del pijo sin explicación alguna. Lo mismo se pega toda la mañana entre el tráfico sin dar un problema, o te lleva a Málaga y Sevilla sin decir ni mu, que, de buenas a primeras, empieza a pararse cuando cambias de marcha. Y eso te acojona, porque piensas que lo mismo le da al mamoncete por pararse en la Puerta del Sol que en el centro de Samarcanda, con lo cual me pongo en la situación de tener que buscar un mecánico que entienda de encendido electrónico en Uzbekistán. Por eso, y por otras cosas más, acojona.
Pero es que el técnico nos ha dicho que no nos preocupemos, que eso se arregla, que ahora le demos caña para ver los fallos que tiene, y luego, pues eso, que se arreglan todos del tirón. Por eso yo no me preocupo. Pero sí me acojono, repito. Porque si ya empiezo a salir desde Córdoba con un coche en el que no confio nada, presumo voy a pasar un viaje más que mosqueado. Vale, hay que joerse y esperar que aguante los 25 días a todo tren.
Ya tenemos pegatinas, por un tubo, de los sponsor. Ahora nos falta coche. No se porqué narices se reserva la organización 3.600 centímetros cuadrados del capot -de un Marbella, joder- y las dos puertas delanteras para "sus" sponsor.
Está bien que haya que hacer las donaciones a determinadas ONG´s, que haya que pagar inscripción, que tengamos que pagarnos los visados y donar el coche, en fin, que poner en la mesa del orden de ocho o nueve mil euros por equipo, dependiendo de las necesidades y exigencias de cada uno. Y eso a cambio de no recibir asistencia médica, ni mecánica ni de ningún otro tipo durante el viaje. Todo eso lo aceptamos. Pero ¿qué sentido tiene que las puertas y el capot tenga yo que dejarlos -practicamente íntegros- para que la organización ponga "su" propaganda?
Ya tenemos también camisetas. Gracias al padre de Antonio. Y nos han llamado de diversas cadenas locales de televisión, así como de Canal Sur. Esto verdaderamente se mueve. Menos las papeletas del sorteo. Esas se mueven muy poco. De casa al despacho y del despacho a casa, pero siempre conmigo.

1 comentario:

bullfighter dijo...

A mí me daría más caguitis que se me calara el marbella en la puerta del sol por el miedo escénico que en samarcanda que con dos alambres de la lía cualquier pastor. Unos manitas!
Lo estáis haciendo genial. Animo Omeyas. Mucha suerte